Impresionante la lista a la vez que reseña de lo que mas le llego al alma a Darío en este 2021. Demoledoras diez reseñas, que perfectamente plasman las sensaciones que le trasmitieron estos discos.
Y quien es el amigo Darío D…. componente la banda mas que notable I, THE WEAPON, y diseñador en Fiji Mermaid Productions. Y por lo que parece será uno mas de la familia Ritval, disfrutaremos de sus opiniones, puntos de vista y perspectiva desde la otra punta del océano.
Wolves In The Throne Room – Primordial Arcana (Century Media)
Primer trabajo de la agrupación de Olympia donde se hacen cargo de lleno en la producción, creando el trabajo más atmosférico y ritualista que han concebido hasta la fecha. Primordial Arcana nos propone un viaje épico cargado de misticismo, dónde cavan a fondo en temas tales como gnosticismo al que nos tienen acostumbrados, en una clara alusión a un conocimiento superior solo accesible para aquellos que estén dispuestos a este duro y oscuro viaje. Este material nos ofrece varios elementos que son funcionales a la propuesta de la banda, como la utilización de sintetizadores que impregnan de frialdad y sutilezas a la carga dramática instrumental del álbum, así cómo también ciertos elementos que lo acercan más a un folk nórdico. Si bien la banda en este caso en particular pierde cierto grado de contundencia respecto de sus trabajos anteriores, la banda claramente ha priorizado la orquestación sobre cualquier otro aspecto y lo logra de manera más que satisfactoria.
Primordial Arcana es un disco que a todas luces es un punto de inflexión y muestra a una banda más accesible y en busca de un público más amplio con una propuesta más digerible pero sin perder la esencia, algo que quizás a los puristas más recalcitrantes no les apetezca del todo.
King Woman – Celestial Blues (Relapse Records)
Segundo álbum de la banda de la compositora y vocalista Kris Esfandiari. La banda oriunda de Oakland vuelve al ruedo con este trabajo titulado Celestial Blues, dónde «remodelan los arquetipos bíblicos creado así una historia teatral de rebelión, tragedia y triunfo»…esta es la descripción que figura en su página oficial de Bandcamp, y no podría ser más acertado. Este Blues Celestial es un oscuro y traumático viaje del alma contado a través de una narrativa del mito de Lucifer y con una orgánica producción que nos proporciona la proximidad necesaria para introducirse en una obra de este calibre. Decir que este trabajo es de lo más dramático y teatral de estos últimos años es algo casi redundante, pero es necesario ponerlo en perspectiva para tener una idea medianamente cercana a lo que va este exquisito trabajo. Voces dolorosas y desgarradoras, ritmos hipnóticos, pasajes de completa oscuridad, momentos de catarsis pura y una abrumadora sinceridad son solo unas muestra de lo que realmente contiene este material, que exige de atentas escuchas para desentrañar su verdadera escénica reveladora.
Una obra que auditivamente seduce, embriaga y hace trizas a quien se le atreva, dónde el refinamiento y las sutilezas son más esclarecedoras que la contundencia, dónde cada pieza invita a la reflexión más íntima y exhaustiva posible.
Converge – Bloodmoon: I (Epitaph)
Desde que cuarteto de Boston lanzó Jane Doe, obra en dónde han sabido engendrar a la perfección su concepto musical, hace ya 20 años, han llevado siempre al límite su sonido, reinventadose una y otra vez a lo largo de su carrera. Este álbum es un claro ejemplo de est último. Nacido de la idea que comenzó con una actuación única en el festival Roadburn, Bloodmoon: I, es el nuevo desafío de Converge, y en esta ocasión asociandose con Chelsea Wolfe y al guitarrista / vocalista de Cave In Stephen Brodsky para crear una obra oscura y épica de doom metal/Sludge gótico que abarca tanto desde una atmósfera inquietante como hasta una balada majestuosamente grande. Si bien la participación de Chelsea Wolfe es bastante predominante y ajustada a su propuesta ya conocida por momentos, no deja de ser una colaboración, puesto que pueden percibirse las enormes paredes rítmicas y melodías disonantes a las que nos tiene acostumbrados Converge en una mixtura equilibrada e interesante.
Bloodmoon I es un ejemplo de la búsqueda creativa, de la necesidad de ampliar horizontes y salirse de la zona de confort pueden trae consigo aparejadas grandes resultados..
Portrayal of Guilt – We Are Always Alone (Closed Casket Activities)
Segundo álbum de los texanos Portrayal of Guilt lanzado el 29 de Enero del 2021, al igual que Christfucker, el cual vio la luz en Noviembre, ambos cargados de absoluta desolación y enojo muy característicos en estos muchachos. We Are Always Alone es la más llamativa de las dos por la simple razón de que es la que más golpea, la más contundente, la que más matices maneja y posiblemente la que más hemos podido digerir con más tiempo. En este trabajo la banda se violenta de la forma más insesperada, construyendo pistas de odio, nihilismo que coquetean con el black metal, post hardcore, industrial, noise y su ya conocido elemento scremo.
Lo que siempre se agradece de ellos es la dinámica de no dejar nada en pie de un track al siguiente, haciendo que la escucha de este excelente disco sea exitante y liberador. Si bien conservan cierto grado de sutilezas, no es un álbum estrictamente atmosférico, aunque en canciones como «My Immolation» dejen salir su lado más emotivo y reflexivo, con finales más que inquietantes.
We Are Always Alone es un digno progreso dentro de la discografía de Portrayal of Guilt, que siempre han sido consecuentes desde sus inicios, llendo siempre un poco más allá y dejándonos deseosos de más.
Body Void – Bury Me Beneath This Rotting Earth (Prosthetic Records)
Boby Void es una banda muy alabada en el circuito underground y a partir de su participación en el festival Roadburn Redux ha ganada cierta notoriedad por su característico sonido aplastante. En este cuarto trabajo la banda de Nueva Inglaterra lanza mazazos de cien toneladas de Sludge devastador en una marcha fúnebre dónde nada indica que haya siquiera algún atisbo de esperanza. Cada pista invoca tsunamis hirvientes de distorsión cáustica y devastadora contra los cuales la banda lucha, resiste y finalmente cede en largos rounds de no menos de doce minutos. Digno exponente del lodo americano, que supo parir gigante como Noothgrush, Corrupted, Grief, y los más contemporáneos Primitive Man con quienes comparten escenarios regularmente.
Bury Me Beneath Thia Rotring Earth es un ejercicio de agonía, una crítica mordaz del sistema capitalista y una experiencia de escucha desgarradora en sí misma.
Es fácil sentirse abrumado por una música así de densa y abrasiva, sin mencionar las palabras de advertencia en el centro de la misma, pero es algo curiosamente energizante, un bramido tambaleante de un disco de doom metal que sirve como un llamado para defenderse de una crisis que se avecina.
Amenra – De Doorn (Relapse Records)
Onceava entrega de los ya consolidados líderes del género Post Metal Amenra y casualmente, primer lanzamiento bajo el emblemático sello Estadounidense Relapse, que ha despertado tanto en seguidores más acérrimos como en la prensa especializada, altos niveles de espectativa. Amenra ha sabido ganarse su indiscutido lugar en la escena pesada mundial a fuerza de determinación, autogestión, trabajo duro y manteniéndose firmes a su estilo y mensaje, siendo de los actos más intensos de la década pasada. Esto no es ninguna novedad para quienes saben apreciar las cosas hechas con el corazón, puesto que los belgas han ganado adeptos de manera tal que su fidelidad es manifiesta en cada misa ofrecida a lo largo de más de dos décadas de carrera. Por esto y más, cada lanzamiento de Amenra es esperado con devoción por cada uno de los fieles de la iglesia de Ra. Cada entrega del quinteto de Kortrijk funciona de bálsamo para aquellos que experimentan el peso de la existencia y con De Doorn, la banda continúa este plan de acción tan importante en su propuesta, pero aún más maduro y refinado.
Si bien no pierden demasiado en lo que respecta a carga emotiva y oscuridad, si quizás lo pierdan en contundencia. Pero quizás esté no sea el punto, por qué al mismo tiempo se siente más elaborado, más expansivo, más al detalle que el resto de su discografía.
Puede que el hecho de fichar para semejante gigante del underground les haya motivado a refinar su propuesta, hacerla más digerible, pero lejos de ser cierto, De Doorn nos presenta una banda madura y muy experimentada. Tal ha sido la buena acogida que tuvo este trabajo que el mismísimo luchador de AEW Malakai Black (también conocido como Aleister Black en WWE ) hizo su épica entrada debut al cuadrilátero con el primer single del disco titulado «Ogentroost» en unos de los momentos más memorables de la lucha libre mundial.
Queda en el lector juzgar la veracidad de esta sentencia.
Succumb – XXI (The Flenser)
La fealdad es un arte. Es lo que separa al death metal de la mayoría de las otras formas de metal, no es que el grindcore y el black metal no tengan sus momentos de fealdad desgarradora. Pero con el death metal, es una ventaja, algo para celebrar y emular. De esto saben bien los malhechores de San Francisco Sucumbe, que no subsisten únicamente de la fealdad, aunque su barbarie es sin duda única: un tipo de intensidad y disonancia asfixiante y claustrofóbica que se balancea a la perfección con un ritmo igualmente desagradable, una complejidad vertiginosa, o simplemente una maldad pura e implacable.
XXI posee una cavernosa producción dónde el implacable ataque de bateríal, la intrincada y agresiva destrucción de guitarra y bajo con tintes crossover hardcore, thrash y death metal toman otra dimensión con la asombrosa voz de la cantante principal Cheri Musrasrik, dueña de un fuelle gutural capaz de alcanzar temperaturas que hierven la sangre dentro de una sola canción.
No es que Succumb no haga incursiones ocasionales en la inmediatez o en la melodía, pero eso es simplemente condimento extra.
Kowloon Walled City – Piecework (Neurot Recording)
Aún no estoy seguro de que el «metal» sea la mejor manera de describir lo que hace Kowloon Walled City para ser honesto, y creo que la banda estaría de acuerdo conmigo sobre tal afirmación. Ni siquiera estoy seguro que el lector crea pertinente la mención de este trabajo por el simple hecho de que KWC no está dentro de los estándares de lo que tradicionalmente entendemos por «pesaso». Pero incluso dentro de los espacios abiertos de su rígido y tenso post-hardcore, hay una sensación de poder «pesado» dentro de su moderación, un crujido que sacude el esternón y coincide con el peso de la oscuridad y la escalofriante abstracción que impregna las narrativas del vocalista/guitarrista Scott Evans. La tensión comprende los componentes básicos de este trabajo. Son siete pistas, de esas que se sienten como si intentaran cruzar un lago congelado, y son casi más impactantes que los momentos en los que la línea de bajo se hunde, la batería dispara todo su peso en una demostración de fuerza y contundencia que, en lo personal, me remiten a lo que, en esencia, representa el metal en todo su esplendor.
Un álbum lleno de espacio, texturas, y de desarrollo siempre demanda un alto grado de atención que, puedo asegurar, vale la pena.
KWC siempre ha ofrecido una variante más articulada y personal de música pesada, evitando todo cliché esperable.
El hecho de que Piecework sea el álbum más elegante de la banda, no significa que no sea devastador a su manera.
Lingua Ignota – Sinner Get Ready (Sargent House)
Kristin Hayter siempre se ha caracterizado por someter su propio cuerpo a muchas cosas por el bien de su performance. Sus actuaciones en vivo son espectáculos intensamente físicos, y con frecuencia documenta los hematomas sufridos en nombre de su arte, pero esto es nada comparado con la intensidad de sus extrañas interpretaciones vocales: operísticas, agonizantes, a veces rayanas en exorcismos. En Lingua Ignota sucede algo similar a lo que mencioné en Kowloon Walled City, no es una propuesta estrictamente metálica, como si lo es en su proyecto Sightless Pit (con miembros de The Body y Full of Hell) el trabajo en solitario de Hayter es inquietante y espectral, divino y profano por igual , pero con elementos no tan propios del metal tradicional, pero con la salvedad de que su impronta, su concepto lo hace, como mínimo, un acto oscuro lleno de venganza que nada tiene que envidiarle al metal más extremo. Sinner Get Ready basa su artillería en pasajes lúgubres infernales, arreglos ambientales cargados de miedo y desolación, y arrebatos de odio que no deja nada en pie.
A diferencia de su disco anterior, Hayter incorpora a su cacofonía instrumentos acústicos nativos, banjos, coqueteando con géneros como country y gospel aparte de sus ya clásicos elementos industriales.
Un trabajo difícil de digerir para el oyente fugaz que solo busca hacer headbanging, es un disco que busca irrumpir, perturbar e involucrar a quien se entregue a su escucha.
Sinner Get Ready busca llevar aún más lejos lo propuesto en Caligula, rompiendo con cualquier estereotipo, incluidos los del oyente.
LLNN – Unmaker (Pelagic Records)
Tercer trabajo de los Daneses LLNN, ex The Psyke Project, que en esta oportunidad redoblan la apuesta y presentan la que quizás sea su obra más visceral hasta la fecha.
Dentro de su sonido fuertemente influenciado por su pasado post hardcore, la banda de Copenhague indaga más a fondo en su propuesta, haciendo mayor hincapié en el aspecto rítmico y no tanto en el atmosférico (no tan predominante como antes), cosa que celebro, por qué dan rienda suelta a lo más salvaje y brutal de la agrupación. El disco se erige sobre breves interludios inquietantes para dar paso a riffs fangosos y grooveros al mismo tiempo, muy diferente a lo que acostumbramos a escuchar en el género Post Metal. Los elementos electrónicos solo se suman a esto, apuñalando durante los riffs y creando aún más tensión, al mejor estilo soundtrack de película de terror de ciencia-ficción.
A primera escucha recuerda por momentos a discos como nothing de messhugah, no tanto por el estilo en si mismo, sino por como estos trabajan en los medios tiempos.
Claramente no es posible asegurar que sea un disco que marque un antes y un después, pero también es cierto que es un disco que logra salirse de la media con altura e ingenio, sin caer en lugares comunes que poco le hacen bien al género.
Unmaker, como tercer disco que es, plantea a LLNN con una propuesta más enfocada, brutal y reconocible, atributo que lamentablemente no es aplicable al común de bandas en el mundo, y en la humilde opinión de este servidor, es algo digno de mención.
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